Siempre supe que el mundo de la comunicación me abriría puertas en muchos lugares. Lo que no imaginaba era que un día estaría viviendo entre dos ciudades, Bogotá y Miami, y viajando entre ellas constantemente por trabajo. Y con ese cambio, llegaron nuevas necesidades a las que tenía que adaptarme, especialmente en cuanto al manejo de mis finanzas.

Littio antes de Miami

Había conocido Littio incluso antes de su lanzamiento oficial. Cuando finalmente estuvo disponible, no dudé en descargarla. Vi la oportunidad de proteger mi capital, especialmente en esos momentos en que el dólar se disparaba y estaba a $4,700 COP. Así que empecé a guardar parte de mi capital en dólares digitales como una forma de protegerlo frente a la incertidumbre.

El reto de ganar en pesos y gastar en dólares

Mi mudanza a Miami trajo consigo un particular desafío: mi salario se pagaba en pesos colombianos debido a mi trabajo con una empresa en Colombia, pero mis gastos cotidianos eran en dólares. La inestabilidad del tipo de cambio podría haber sido una pesadilla.

Littio, mi mejor aliado (se los digo en serio).

Gracias a Littio, tengo la flexibilidad de cargar mi cuenta en pesos colombianos (digitales) y, cuando considero que el tipo de cambio es favorable, convierto esos fondos a dólares (digitales). Así, puedo cubrir mi arriendo, mis compras diarias, y todos los gastos que implica vivir en Miami sin preocupaciones.

Conectando con mi familia

Moverse entre dos países significa estar lejos de mis papás y mis hermanos. Pero Littio también ha facilitado ese aspecto de mi vida. Convencí a mi familia de que se descargara la aplicación, y ahora las transferencias entre nosotros son en cuestión de segundos. Ya no dependemos de servicios de transferencia costosos o de esperar días para que el capital que nos enviemos esté disponible.

La estrategia del cambio

Además, con la reciente funcionalidad de Littio de transferir entre cuentas, he desarrollado una pequeña estrategia que me gustaría compartirles: cuando recibo mi salario, cargo mi cuenta Littio en pesos (digitales) y espero pacientemente. En el momento en que el dólar baja, aunque sea un poco, hago el cambio, asegurándome de aprovechar al máximo lo que tengo.

Cada día me siento más agradecida por herramientas como Littio que hacen que la vida entre dos mundos sea más manejable. Es más que una aplicación para mí; es ese puente que conecta mis dos hogares. Si, como yo, te encuentras viviendo o trabajando en el extranjero, no dudes en comprobar lo que Littio puede hacer por ti. Porque, al final del día, todos necesitamos ese apoyo que facilite nuestras vidas, independientemente del lugar en el que las estemos construyendo.