Desenmascarando los gastos hormiga: cómo las pequeñas fugas pueden hundir tu barco financiero
29 de junio de 2023
·
5 min de lectura
¿Estás cansado de organizar meticulosamente sus finanzas, sólo para descubrir a final de mes que tus gastos se han multiplicado por encima de lo que esperabas? A pesar de tomar decisiones financieras que considera estratégicas ¿tus ahorros no están a la altura de tus objetivos?
Bajo el ajetreado ritmo en el que vivimos hoy en día, y en un mundo en el que las transacciones financieras son cada vez más digitales, es muy fácil pasar por alto esos pequeños gastos que parecen insignificantes pero que en el largo plazo pueden causar estragos en tu salud financiera.
Estos gastos, también conocidos como "gastos hormiga", pueden parecer inofensivos individualmente, pero al acumularse tienen la capacidad de agotar nuestro dinero si no se controlan. Por eso, en nuestro camino hacia el éxito financiero, resulta fundamental entenderlos, comprender su impacto y conocer estrategias que nos permitan evitarlos.
¿Qué son los gastos hormiga?
Los gastos hormiga son esas compras o suscripciones aparentemente pequeñas que a menudo pasan desapercibidas pero, que al ser recurrentes, se acumulan con el tiempo y terminan sumando cantidades de dinero de las que no somos conscientes.
Pueden incluir tu café diario, subscripciones digitales o compras impulsivas, entre otros. Si, puede que en el día a día sus precios sean pequeños comparados con gastos más grandes, pero colectivamente afectan nuestro plan de ahorro y obstaculizan nuestro viaje hacia la libertad financiera.
Te explicamos.
Gastos hormiga en el día a día
El ciclo del café:
Te presentamos a Laura, una profesional muy dedicada que necesita energía y que ama su dosis diaria de café. Cada día, de camino al trabajo, compra un café mediano que le cuesta $3,000 COP, lo que se convierte en $60,000 COP al mes.
Si Laura redujera sus compras de café a tres días a la semana, estaría ahorrando $6,000 COP semanalmente, $24,000 COP al mes y $288,000 COP al año.
De por si es una cantidad de dinero considerable. Pero sabemos que te gusta el café y quizás te encuentras en una situación económica en la que puedes permitirte el gasto. Sin embargo ¿es el único gasto hormiga que tienes?
Sobrecarga de suscripciones:
¿A quién no le gusta, de vez en cuando, ver un episodio de su serie favorita antes de ir a dormir? ¿Devolverse a su casa escuchando música? ¿Mantenerse enterado de las noticias más importantes todos los días? Ahora te presentamos a Jaime, un ávido consumidor de medios digitales.
Jaime está suscrito a varios servicios de streaming, plataformas de música y revistas online que en conjunto le cuestan $150,000 COP al mes. Al momento de pagar cada subscripción, Jaime no consideraba que fueran costosas (la más cara le costaba $30,000 COP). Sin embargo, a final de mes, la sumatoria de todos los gastos lo asustó.
Por eso, decidió quedarse con las que más usaba y logró reducirlas a un costo total de $50,000 COP al mes: ¡se ahorró $1,200,000 COP al año!. Y, además de ahorrárselo, empezó a destinarlo a su fondo de emergencia.
¿Qué más práctico que pedir comida?:
Daniela tiene un trabajo híbrido: algunos días tiene que ir a su oficina y otros, trabaja desde casa. Cuando llega del trabajo llega muy cansada para ponerse a cocinar, y a veces, cuando esta en casa, prefiere usar el tiempo que se gastaría preparando su almuerzo para tomar una pequeña siesta y pedir un domicilio.
El punto es que Daniela está pidiendo comida tres veces a la semana, y con lo elevados que están los precios últimamente, termina gastando en promedio $70,000 COP. De seguir con este hábito ¡Daniela estaría gastando $3,360,000 COP al año en domicilios! ¿Te imaginas lo que podría hacer con ese dinero si se organizara un poco más y dejara de pedir comida tan seguidamente?
¿Cómo puedo evitar tantos gastos hormiga?
Registra e identifica: Empieza por llevar un registro de tus gastos diarios para identificar a dónde va tu dinero. Clasifica tus gastos e identifica las áreas en las que más gastos hormiga tienden a colarse.
Evalúa y establece prioridades: Evalúa el verdadero valor que cada gasto aporta a tu vida. Prioriza los gastos que se ajusten a tus objetivos financieros y elimina o reduce los que no.
Gasto consciente: Practica el gasto consciente cuestionando cada compra y evaluando su impacto a largo plazo. Pregúntate si el artículo o servicio que estás pagando es realmente necesario o si existen alternativas más rentables.
Automatiza tus ahorros: Construye hábitos financieros y comprométete a depositar mensualmente en un bolsillo o cuenta el porcentaje que decidas ahorrar apenas recibas tu salario. De este modo, una parte de tus ingresos se ahorrará antes de que tengas la oportunidad de gastarla en gastos hormiga.
¡Toma el control de tus finanzas!
No subestimes el poder de los “pequeños gastos”: pueden afectar considerable pero silenciosamente tu bienestar financiero. Entendiendo lo que son, siendo consciente de tus hábitos de gasto y tomando medidas proactivas para gestionarlos, puedes retomar el control sobre tus finanzas y allanar tu camino hacia la libertad financiera. Recuerda que son los pequeños cambios los que te llevarán a grandes transformaciones: ¡tu yo del futuro te lo agradecerá!